Hay varios métodos para encender tu parrilla de carbón, según los materiales que prefieras utilizar. La chimenea es el método preferido de Char-Griller por su rapidez y comodidad, pero encender el carbón en trozos o las briquetas directamente en la parrilla también es una forma estupenda de empezar a cocinar.

Chimenea de carbón

1. Retira las rejillas de la parrilla y ponlas a un lado
2. Llena la chimenea de carbón hasta ¾ de su capacidad con briquetas o carbón en trozos
3. Coloca el iniciador del fuego sobre la parrilla de carbón, enciéndelo y después coloca la chimenea de carbón directamente encima del iniciador del fuego
4. Las brasas se encenderán hacia arriba de abajo hacia arriba
5. Después de que se enciendan las brasas de la parte superior de la chimenea (normalmente 10-15 minutos) vierte las brasas sobre la rejilla del carbón y vuelve a colocar las rejillas de la parrilla

Encendedores

1. Retira las rejillas de la parrilla y ponlas a un lado
2. Vierte aproximadamente 1,4 kg (unas 50-60 briquetas) de carbón directamente en la parrilla y apílalas en una pila
3. Introduce el iniciador del fuego en el centro del montón de carbón de modo que quede ligeramente cubierto y enciéndelo
4. Cuando el carbón se haya encendido por completo, normalmente de color rojo o gris, utiliza unas pinzas para esparcirlo y vuelve a colocar las rejillas de la parrilla.

No utilices líquido para encendedores, gasolina, queroseno, alcohol ni ningún otro acelerante para encender el carbón debido a su inflamabilidad, al riesgo de lesiones corporales y al potencial de dejar un sabor desagradable en la comida.

Si es necesario, utiliza pinzas para mover las brasas y conseguir un calor uniforme.

Utiliza siempre guantes para manipular las rejillas de la parrilla, la parrilla de carbón o para ajustar las brasas

Controlar la temperatura de tu parrilla consiste en controlar el flujo de aire hacia el fuego. MÁS AIRE = MÁS CALOR. MENOS AIRE = MENOS CALOR. Abriendo y cerrando las compuertas superior y laterales, puedes controlar fácilmente la temperatura de tu parrilla. La cantidad de carbón que utilices al asar también puede influir mucho en tu capacidad de controlar la temperatura. Puede ser necesario ajustar las compuertas durante la cocción para tener en cuenta los cambios meteorológicos, como el viento, o para utilizar más o menos combustible. Cuando aprendas a manejar la parrilla por primera vez, utiliza siempre la misma cantidad de carbón para aprender mejor a controlar los reguladores.

Con una toalla de papel o un cepillo, unta las rejillas de la parrilla con aceite de cocina. Recomendamos aceite vegetal, aceite de semillas de uva o grasa de tocino. Una vez untadas, puedes meterlas en el horno a 200 °C durante una hora o en la parrilla a 200 °C durante 40 minutos. Una vez transcurrido el tiempo, deja que las rejillas se enfríen de forma natural.

Se recomienda sazonar regularmente las rejillas de la parrilla, sobre todo cuando son nuevas. Cuando termines de asar, deja que la parrilla se enfríe un poco y retira los restos quemados de las rejillas con un cepillo o rascador. También puedes utilizar media cebolla para limpiar las rejillas de la parrilla.

Después de raspar la parrilla, moja una toalla de papel en aceite vegetal o grasa de tocino y frótala por todas las rejillas con unas pinzas. Da cuatro o cinco pasadas con el aceite para asegurarte de que se sazona bien.